Es sin duda una experiencia sin igual. Tener un hijo es lo mas cercano a acariciar el rostro de Dios. Salido de nosotros mismos, lleva nuestra memoria, nuestros sueños en su piel. Un hijo es un regalo de Dios, de la vida y del amor.
No se puede sentir algo mas dulce, mas bello, mas lleno de energía; que el abrazo de quien nos llama "Papa/Mama".
El poeta Walter Galindez escribió en la década del 70 los siguientes versos:
Cuando Nazca mi niño ( Poema)
Cuando Nazca mi niño ( Poema)
Cuando nazca mi niño
Las estrellas vendrán,
a llenarme mi noche
con la felicidad;
el lucero mas tibio
cual miguita de pan,
villancico en el viento
para mi navidad.
Junto de su cunita
habrá un ángel guardián,
y en el cielo la luna
a de oír mi cantar;
cuando nazca mi niño
con mi amor jugara,
junto al río celeste
de la felicidad.
Con payasos que ríen
y estrellas de coral,
con manzanas azules
y la voz de mama.